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BARRANQUILLA, ATLANTICO, Colombia
Administrador de empresas , especialista en gerencia de empresas comerciales de la universidad del norte de Barranquilla

jueves, 24 de febrero de 2011

MATEME SI QUIERE , DESPUÉS DEL CARNAVAL

Aunque suene extraño es la iglesia católica la que en cierta forma define  el calendario de los carnavales, porque por tradición estos deben terminar un día antes del miércoles de ceniza y  este a su vez es el primer día de la cuaresma (40 días antes de la semana santa) por esta razón a veces festejamos los carnavales un poco mas tarde que otros años

Sin embargo en Barranquilla, apenas suenan los pitos del año nuevo  la ciudad entiende que de manera casi inmediata empiezan los precarnavales que a diferencia de lo que mucha gente del interior cree, no dejamos de trabajar ni nada por el estilo, solo que se entra en la recta final de los preparativos para las fiestas, viene la lectura del bando , la coronación de la reina, los grupos folclóricos intensifican los ensayos, ya no hay mas espera y los vestidos deben estar listos, la coreografía afinada, los disfraces terminados,  porque ya  viene la guacherna.

Asistir a la batalla de flores, gran parada, festival de orquestas, desfile de la 84  etc., son actividades que nadie se debería perder, pero la gran diferencia de los carnavales de Barranquilla, con cualquier otra fiesta o feria del país, es que el nuestro no es simplemente una serie de eventos , el carnaval es un  estado de animo ,la ciudad entra en una especie de” catarsis colectiva” donde  la gente refleja en su comportamiento que está en carnaval, así esté sentado en la puerta de su casa , viendo pasar los disfraces.

Los niveles de entusiasmo no dependen de si la fiesta es el country club o en el boulevard de Simon bolívar, el único requisito para vivir el  carnaval es estar en la ciudad, porque la atmosfera te absorberá de cualquier forma y basta que esté reunido un pequeño grupo de amigos, un disco de Pedro Ramaya Beltrán y un poco de Maizena para que te contagien las carnestolendicas.

Por mi parte yo decidí hace unos años vivir el carnaval desde adentro y hacer parte de una de las mas emblemáticas cumbiambas de la ciudad, y definitivamente es una experiencia que todo caribeño debe vivir así sea  por un año en su vida. El hacedor del carnaval lo siente de una forma mas intensa, no importa si es disfrazado de marimonda, de garabato, de monóculo, son de negros, congo, mapale, cumbiamba, o una comparsa de fantasía.

Pertenecer a un grupo folclórico  genera mas de una satisfacción , porque además de contribuir a la permanencia de nuestro patrimonio cultural , el hecho  de ir  al ritmo del tambor y el llamador por la vía 40,  saludando a la familia y los amigos que están en palco  o montados en el bordillo, y tratar de robarse un poquito de cámara para la transmisión en directo de telecaribe para el mundo, rodeado de gente que se convierte casi en tu familia después de tantos meses de ensayo , no tiene precio, para todo lo demás existe “ mastercard”