Unas horas después de terminar el partido en que la selección Colombia gano 5-0 a Bolivia, comentaba mientras conducía por la avenida murillo, al ver todos los estaderos repletos de gente por cuenta del triunfo, como en esta tierra buscamos razones para festejar, para ser felices y las encontramos , es nuestro estado de ánimo natural , ser anfitriones de la selección nos resulta una responsabilidad muy fácil de cumplir, no nos toca esforzarnos y parecer entusiasmados, ya lo estamos, nacimos entusiasmados, solo necesitamos una excusa para exteriorizarlo.
Lo mejor es que los visitantes de otras ciudades y países que llegan a la ciudad también les resulta fácil contagiarse, desde que los reciben en el aeropuerto o la terminal con una tambora y una flauta de millo tocando” la pollera colora” o” te olvide”, asumen este estado de ánimo que se convierte en una catarsis colectiva donde empiezan a entender “que en Barranquilla se baila así”
La magia que se genera alrededor de un partido de la selección en Barranquilla, solo es comparable con la magia que tiene una parranda vallenata a orillas del rio guatapuri en Valledupar, o de caminar por una callecita de la ciudad amurallada de Cartagena a las 7 de la noche de la mano de quien amas.
No se trata solo de gritar Colombia Colombia, es un asunto de mística, es la energía que se transmite de manera espontanea, es notar cuando sales a la calle ese día que juega la selección que algo diferente está pasando en la ciudad, de hecho algún extranjero despistado que no sepa que sucede le costaría entender porque la mitad de la gente en la calle ese día tiene el mismo tipo de camisa amarilla, los funcionarios del banco, la estilista , los mensajeros, y hasta el cachaco de la tienda de la esquina desempolvan la camiseta para no desentonar con el sentimiento de patria.
Esa es la razón por la que nos dolía tanto en esas épocas ya pasadas de técnicos antioqueños, que nos dejaban a nuestros pachequitos y valencianos en la eterna banca esperando que aristizabal o Juan pablo ángel se lesionaran o se aburrieran de ser titulares para poder lucirse en su estadio ante su gente . Hoy, con técnico extranjero no tenemos ese problema, y solo juegan los mejores, no importa de dónde sean y hay que ver que han respondido dándonos una excusa más para volver a festejar.
Hoy el orgullo es por ser tan buenos anfitriones de la selección, título que ya nadie discute en el país, y que hasta hace poco se ponía en duda, pero los motivos sobran para agradecer el haber nacido en esta esquinita del continente.
En pocos días tendremos una nueva excusa para festejar y son los 200 años de haber sido erigida en villa nuestra curramba , y no pudo ser en mejor momento este cumpleaños, un momento donde la ciudad vuelve a ser la puerta de oro de Colombia, con un crecimiento que envidiaría cualquier otra ciudad, no solo de Colombia sino del mundo, Barranquilla está de moda, aunque nuestros Barranquilleros internacionales( ya todos sabemos quiénes) siempre la han tenido de moda, hoy todos quieren invertir en nuestros puertos, en nuestras zonas francas, abrir una oficina en Barranquilla se convirtió en un requisito obligatorio para cualquier empresa que quiera mirar al mundo,
No pudo ser en mejor momento el bicentenario, justo cuando por fin hemos aprendido a elegir buenos alcaldes y gobernadores que en pocos años han logrado desatrasar a la ciudad de décadas de abandono y que tienen a la ciudad con cifras positivas en casi todos los aspectos, desempleo, cubrimiento en salud, educación , etc.
Por eso no es casualidad que la selección venga a ganar acá, la moral de la gente esta alta, es algo así como ver lógico que la selección argentina ganara también después de haber sido elegido como papa un gaucho, hay rachas ganadoras y Barranquilla está en la suya.
MI TWITER @RICARDOPALACI