Todo el que alguna vez ha comprado el balotto o una lotería de premios millonarios, no puede evitar la tentación de disponer en su imaginación del premio y decidir que hacer con el antes de ganárselo, nos damos el lujo de soñar como serian nuestros primeros días como millonario y cuales serian nuestras primeras decisiones.
Me tome el trabajo de preguntarle a algunos amigos cuales serian sus primeras decisiones y descubrí que había material suficiente no solo para escribir este blog, sino para lanzar un libro sobre el tema y las variables del pensamiento y comportamiento humano
Lo mas común es lo generoso que somos en nuestros sueños, la mayoría, lo primero que hace es decidir que tajadita del premio le tocara a cada uno de sus seres mas queridos, donde después de tal acto de nobleza quedas como el gran salvador de la economía familiar y hasta de algunas amistades.
Después vienen los anhelos típicos, como la casa de mis sueños, el carro que siempre me trasnocho, o el viaje a Europa, incluso el paso por el quirófano, para la reconstrucción estética que me ayudará a empezar la vida de multimillonario
No falta el personaje que lo primeo que haría es tirarle el maletín de la empresa en la cara al jefe y aprovechar las circunstancias para decirle un par de verdades en la cara que nunca le ha podido decir, como que sus chistes son malísimos, y que se reía de ellos solo por conservar el puesto y que su esposa además de parecerle feísima, cocina horrible.
Esta el que lo primero que piensa es en la tremenda rumba que hará para festejar, pensar en llamar a Silvestre Dangond para animar, no, cual silvestre, al Joe que esta de moda, no que Joe ni que nada, a Juan Luis Guerra, que pa. eso hay plata.
El problema de estas ultimas dos conductas es que, ¿que tal que el papelito se te extravíe antes de reclamarlo? ¿Que le dices a tu jefe?’ o ¿como le pagas a Juan Luis?
De cualquier manera ya hiciste tus planes ya tienes tus cuentas cuadradas y esperas el sorteo televisado como a las 11 y diez de la noche, para darte cuenta de la triste realidad, y es que no ganaste nada por la simple razón que la posibilidad estadística de que te ganes ese premio es de una en diez millones , y por la tanto las probabilidad de que te ganes el premio mayor del balotto es mas baja a la de que te caiga un rayo, pero esto ultimo no crees que te podría pasar
Yo personalmente lo compro dos veces al año, porque aunque soy conciente de las casi nulas posibilidades que tengo, no me suceda que el día que me encuentre con papa Dios me diga que intentó mandármelo y nunca lo compré, y para tal efecto con una vez por semestre que lo compre es suficiente.
Ahora que no venga a pasar como a uno de los personajes literarios de David Sánchez Juliao, que fue a la beneficencia del magdalena a reclamar el premio mayor de la lotería del libertador, ( de hecho ya había hecho la fiesta con Juan Luis y ya había pateado al jefe ) y cuando se presentó en la ventanilla le dijeron que estaba equivocado, que la que había jugado el día anterior no había sido la de El libertador si no la de Bolívar, a lo que el personaje después de meditar unos segundos dijo, “ eche ¿y quien fue el libertador? Bolívar…, PAGAME “.
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@RICARDOPALACI