A raíz de la empapelada a punta
de calcomanías en contra del impuesto de valorización que se observa en la
ciudad me pregunto. No les parece extraño que a Alex Char lo hubiésemos
mantenido todo el tiempo en las encuestas
como el mejor alcalde del país y a
Elsa Noguera le estemos dando tanto palo, cuando en el fondo están
haciendo la misma gestión?
Ambos cobraron el impuesto de valorización, Elsa, solo está siguiendo el programa de
inversiones que el gobierno anterior dejo diseñado, incluso a este gobierno le
tocara concluir la única obra que no se
logro terminar del gobierno anterior por valorización, que fue la avenida al
rio, y además realizar las propias.
Yo no estoy en contra de haber
apoyado a Char, al contrario, sigo creyendo que ese gobierno le recupero el
autoestima a la ciudad, pero si soy un convencido de que el éxito de Alex char, se logró en gran parte por su
buena gestión financiera (en cabeza de su secretaria de hacienda Elsa Noguera)
donde se consiguieron recursos suficientes, no solo por los impuestos
distritales convencionales, sino por gestión ante el gobierno nacional y obviamente por el cobro de la valorización.
¿Existirá algo de machismo o discriminación de
algún tipo en esto? Si a Char le consignamos convencidos de que valía
la pena invertir en la ciudad y además lo premiamos en las encuestas.
¿Cómo pretendemos que Elsa noguera haga una
gran alcaldía que convierta a
Barranquilla en la capital de los TLC, en que nos devuelva el titulo de puerta
de oro, sino le damos las herramientas?
Algunos de los comentaristas en
mi blog, preguntaba ¿porque en
Barranquilla era la única ciudad en la que se cobraba valorización?, pues
aprovecho para contarle a mi estimado lector, que las obras más importantes de
infraestructura de Medellín y Bogotá se han realizado con este impuesto, por
eso es que nos llevan tanta ventaja en el desarrollo.
Cuando recorro la circunvalar con su nueva calzada y pienso que
por fin barranquilla tiene una avenida de verdad, entiendo que las obras
importantes cuestan dinero y aunque el mayor aporte para esta obra lo hizo la nación
, no lo hubiese desembolsado si primero los barranquilleros no hubiésemos puesto
el primer aporte con recursos propios.
Sé que para muchos pagar este
tributo significa un gran sacrificio y en algunos casos existirán cobros
injustos, pero con lo que no estoy de acuerdo es con mezclar los temas, una
cosa es reconocer que es duro, que podrían haber errores de forma, y otra cosa
es decir que el impuesto es inútil y que
se lo van a robar. El momento histórico de la ciudad, amerita un poco mas de
altruismo, el país y el mundo nuevamente están mirando para esta ciudad, los
tratados de libre comercio nos colocan otra vez como una ciudad privilegiada,
no podemos seguir pensando en solo tapar los huequitos que se abren en las
calles viejas y en pintar los parque cada 4 años, necesitamos obras grandes de
infraestructura como las de Cali, Medellín, Bogotá e incluso ciudades como Bucaramanga
ya no están superando en este aspecto.
Es fácil empapelar la ciudad
promoviendo un acto de desobediencia civil, sin mayor argumento que el
populismo o la intención de ahorrarse unos pesos, y es difícil defender un
impuesto duro y hasta injusto en algunos casos, pero en el que al final prima
el bien general, solo que lamentablemente nuestra cultura relajada nos invita a
no complicarnos y mejor hacer la fácil.
Los que somos hinchas del junior,
le exigimos a los dirigentes del club que se metieran la mano al bolsillo con
el argumento de que “ si queremos un equipo grande , los buenos jugadores cuestan”
y efectivamente asi les toco hacerlo y obviamente otra vez el junior es un
equipo respetado.
Entonces como queremos que nos
respeten como ciudad, sino queremos contribuir con su desarrollo.