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BARRANQUILLA, ATLANTICO, Colombia
Administrador de empresas , especialista en gerencia de empresas comerciales de la universidad del norte de Barranquilla

jueves, 28 de abril de 2011

MI CARTA AL COMANDANTE DE LA POLICÍA METROPOLITANA DE BARRANQUILLA

Mi respetado Brigadier General, como un ciudadano Barranquillero común y corriente que soy, me he tomado la libertad de escribirle en mi nombre y el de algunos amigos que tienen el mismo sentir y me han pedido usar esta tribuna para comentarle algunas inquietudes y de paso hacerle algunas preguntas.

Es justo  reconocer que ha sido evidente de unos meses hacia acá  el esfuerzo que la policía viene realizando por hacer mas presencia  en las calles para frenar la insoportable ola de atracos  en la ciudad , en mi caso, me sorprende ver en mi trayecto al conducir  muchos retenes policiales en trayectos no muy distantes uno del otro, esto es una acción que generaría confianza y seguridad entre los habitantes  , sino fuera porque la percepción que existe es que en muchos casos el fin para el que debieran funcionar se distorsiona en cierta forma

Aquí le lanzo la primera pregunta, ¿esa cantidad  de retenes son para garantizar la seguridad de la ciudadanía, en busca de delincuentes que estén  atentando contra  la gente honrada o son simplemente para ver que llanta desgastada o foquito apagado tiene un  conductor de clase media y buscar la forma de ponerle una multa mas para aumentar el ingreso del departamento de transito?

Mi general con todo respeto, no hay una situación mas tenebrosa y asustadora  que pasar por una calle donde este la policía nacional, queda la sensación que se meterán debajo del vehiculo a ver  que falla logran ubicarte dentro del rebuscado código de transito. Todos los días colocan nuevos avisos de prohibido cruzar  y se parquean detrás de arbolitos a esperar al primer desprevenido que caiga en  la cívica trampa.

Creo que no hay un ciudadano que no tenga algún familiar que no lo halla asaltado un par de motorizados para robarles el celular o peor para ser victimas del fleteo, entonces le envío mi segunda pregunta.

¿No es prioritario utilizar ese gran número de policías usados en las decenas de retenes a vehículos, para hacer requisas a personas que se acerquen mas al perfil de los tantos atracadores que invaden nuestra ciudad todos los días?

No digo que no se deba controlar las infracciones de transito, pero mi general, esto se lo digo a titulo personal, mas que cuidado, me siento extorsionado por tanto reten revisándote la calidad del labrado de la  llanta después que verificó que tenias todos tus papeles en regla para de todas formas colocarte alguna multa.

Hace unos meses se decía que los agentes de la policía de transito (los cachaquitos) eran insobornables y que la varilla vendría del agente normal que no era de la división del transito, pero ya varias personas  me han comentado de casos donde estos muchachos del interior también caen en la misma practica que todos los demás.

General, ¿quien es prioridad para la policía, ese tipo que le saca un revolver a una muchacha confiada que saco su Black Berry en una esquina y la amenaza con matarla  o lo es el señor al  que se le quemo un foquito del direccional  y no se podría desaprovechar la oportunidad  de colocarle una multa? Posiblemente su respuesta sea que ambos, pero ¿en que proporción de prioridad? Lo que yo creo es que la prioridad la tiene la segunda

Ojala no olvide mi general que el deber de la policía es  reprimir y capturar al delincuente no hacer sentir a todo ciudadano que tenga un vehiculo que es un delincuente en potencia

Tengo entendido que la orden en muchos casos para los agentes es revisar antecedentes penales (verificar que no este solicitado por la justicia) y revisar que el vehiculo no este reportado como robado, pero créame general, que muy pocas veces se limitan a eso, la mayoría de las veces no se rendirán hasta poder buscar una causal para la jugosa multa que obviamente la mayoría querrá evitar intentando sobornar al agente y que el en algunos casos rechazara pero en otros no

Cuando a alguien le sucede lo que a mi cuñado que en el mismo día  le roban el anillo de matrimonio un par de motorizados que lo encañonan con un 38 jurando disparar sino se lo entrega  y mas tarde lo detiene un policía a ponerle  una multa porque hizo un giro indebido en una esquina donde hacia 48 horas el aviso no existía, le queda a uno la sensación de que el mundo esta loco y al revés