Amar al Junior sobre todas las cosas es el primero de los mandamientos del barranquillero, y es que Junior más que un equipo de futbol se convirtió en un símbolo, no solo de Barranquilla sino del Caribe colombiano.
Han sido varios los intentos de otros clubes de acompañar al junior como compañero de plaza, entre las mas recientes, el caso del Sporting, que contó con jugadores de primera calidad, como Farid Mondragón, Miguel Calero, Tilger, etc., sin embargo no pego, o la época del Unicosta cuando Enrique Chapman le metió todas su energías a la idea del segundo equipo para Barranquilla y tampoco prospero.
Con el Sporting recuerdo claramente la guerra que Edgar Perea le hacia, invitado a la gente a que no fueran al estadio a apoyarlo con justificaciones como la mala organización, aunque algunos decían que obedecían instrucciones para que el equipo fracasara financiera y deportivamente.
El Unicosta recibió más solidaridad, tanto de la prensa como de las autoridades, incluso de la misma familiar Char que no lo atacaron de forma evidente, pero Unicosta nunca tuvo una nomina lo suficientemente competitiva, y deportivamente tampoco mostró dientes para mantenerse y crear una afición fuerte.
Hoy se vive un nuevo intento con el club que conformó la universidad Autónoma del Caribe, y aunque el sentir de la gente en la calle es que es positivo que nazca un nuevo equipo currambero, tal parece que los Char no están dispuestos a compartir los afectos de los aficionados del futbol en la ciudad con un club que no sea de su propiedad, ¿Será que presienten que este equipo puede generar una gran afición entre sus alumnos y exalumnos y el sentido de pertenencia que eso puede generar? No me parece consecuente que una familia conformada por Senadores y Alcaldes, manejen una política tan antidemocrática donde lo que opine la ciudad en general ha sido lo de menos.
Yo soy y seguiré siendo juniorista, pero sinceramente me pareció egoísta, muy poco altruista y evidencia de inseguridad la decisión de la familia Char de no concederle el permiso a el club Uniatonoma para jugar en el Romelio o cualquier otro estadio de la ciudad, de hecho me parece poco justa la ley que les da esas facultades, ya que creo que esa decisión no debería ser potestad de alguien que tiene intereses creados en un negocio particular.
Ver a Medellín con 4 equipos (todos de su área metropolitana), a Bogotá con 3 y buscando el 4, Cali ha tenido tres, y Barranquilla (o por lo menos su alcalde y su familia) cerrados a la posibilidad de que una ciudad de mas de dos millones de habitantes cuente con un segundo equipo, me deja la sensación de que aun estamos lejos de ser una metrópolis y por lo tanto a pensar como tal.
Me alegra por Sabanalarga que tenga la opción de ver futbol profesional, de hecho allá lograron ganar el clásico contra el hermano menor del junior ( Barranquilla FC), pero la universidad Autónoma es de Barranquilla y merece jugar en su ciudad, aun no entiendo las razones para no pemitirselo, entiendo que la universidad estaba dispuesta a firmar cláusulas que protegieran los mas grandes temores de los Char, como sería la posibilidad de que en el futuro personas de otras parte del país se adueñaran de la ficha.
Seguramente, el poder y el dinero se impondrán y seguiremos con nuestro Junior del alma, que al fin y al cabo, al igual que el carnaval, nuestro equipo es un sentimiento que llevamos por dentro, pero creo que nuestra gran Barranquilla merece ser administrada con más altruismo y menos intereses particulares.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo,Ricardo. Barranquilla y su área metropolitana es muy grande, tanto como para albergar un equipo diferente a los Char. Soy juniorista a morir, pero también apoyo al Barranquilla, y ahora con el mismo tesón apoyaré al Uniautonoma.
AL JUNIOR LE CONVIENE MÁS COMPAÑEROS DE PLAZA DEBIDO A LA DESVENTAJA QUE TENEMOS CON LOS EQUIPOS DEL INTERIOR DEL PAÍS, QUE SON UNA UNIDAD EN NUESTRA CONTRA, EN APOYOS Y TEMAS ARBITRALES.
aBRAZOS CORDIALES.
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